Todo empezó en el verano del año 2004, en los JJOO de Atenas, en el encuentro que se disputaban las selecciones de Estados Unidos y España. Con el dorsal número 4 a la espalda, el capitán, un tal Allen Iverson me llamó demasiado la atención, desde entonces hemos sido inseparables.
Declaraciones de Allen Iverson tras ser seleccionado para representar a su país en el FIBA Américas de 2003: "Es un gran sentimiento poder representar a los Estados Unidos. Es un honor. Es un homenaje a todos los entrenadores que he tenido en mi vida: Brown, Thompson y mi entrenador de instituto Mike Bailey. Me siento bien por estar en un equipo como éste, es una de las grandes cosas que he hecho en mi vida. Esto me hace sentirme bien sobre la persona a la que mi madre crió."
De hecho la primera camiseta de baloncesto que vestí, sí, efectivamente fue la suya. Jugaba pachangas con mis colegas y vestía con orgullo la local blanca de Philadelphia 76ers con el 3 a la espalda. Para mí siempre ha sido mucho más que una camiseta, no es simple trozo de tela, representa mis comienzos y andadas por este maravilloso mundo llamado baloncesto.
Esa selección de USAB en Atenas digamos que "fracasó", ya que todo lo que sea quedar por debajo del primer puesto en baloncesto para Estados Unidos puede catalogarse de fracaso. Iverson nunca se ha caracterizado por ser puramente disciplinado ni fuera ni dentro de la cancha, y él y LeBron fueron relegados a la suplencia durante el periodo de amistosos preparatorios por llegar tarde a los entrenamientos.
Pero eso es lo de menos, siempre hay que sacarle el lado positivo de las cosas, y ese fracaso hizo que la bestia despertara y desde entonces USAB vuelve a ser imparable (oros olímpicos en Pekín 2008 y Londres 2012).
Cuando descubrí a Allen Iverson ya era una estrella bastante consolidada en la liga, podría decirse que desde su primera temporada se consolidó como tal (el ROY que tiene en su estantería lo corrobora). Ya me hubiese gustado seguir la NBA desde antes, pero con 11 años no se puede pedir más, horarios incompatibles para un niño de esa edad y no tenía tanta repercusión como tiene ahora.
Aunque Iverson haya sido mi "primer amor" baloncestisticamente hablando, no quiere decir que no hubiese visto NBA anteriormente. Aún me recuerdo en el sofá de mi casa un dáa de entre semana viendo en Sportmania un partido entre Washington Wizards y Los Angeles Lakers y el duelo de Michael Jordan vs Kobe Bryant que llevaba consigo. Ya me hubiese gustado vivir la época dorada de los Bulls de Jordan, pero no se puede tener todo. Con lo que me ha contado mi primo mayor y lo que he conseguido ver por internet puedo llegar a tener una idea de lo que un día pudo transmitir el mejor jugador de todos los tiempos con un balón sobre el parquet.
Pero aquí hemos venido a escribir sobre Allen Iverson, verdadero protagonista de este post, asi que vamos al grano.
Aunque descubriese a "The Answer" en 2004, lo primero que hice antes de empezar a seguirle fue nutrirme de sus hazañas anteriores para estar verdaderamente preparado ante lo que me esperaba. Desde su temporada de novato hasta la temporada en la recalaron en la NBA LeBron James, Carmelo, Wade y compañía.
Objetivamente, la que terminó de definir y perfilar su estrellato en la liga fue la temporada 2000/01, en la que consiguió el MVP de la 'regular season' y del All-Star game y alcanzó las finales de la NBA (cayendo 4-1 contra los Lakers de Shaq y Kobe).
Recuerdo la portada de un periódico estadounidense que ponía "David contra Goliat"y la foto de Shaquille O´Neal y de Allen Iverson como modo de resumir lo que iban a ser las finales de la NBA de ese año. Parecía estar todo decantado para los angelinos, pero Iverson dio el golpe sobre la mesa en el primer partido de la serie y guió a los suyos para llevarse la victoria en el Staples Center con 48 puntos. Una gesta al alcance de muy pocos, ya lo veis.
Allen Iverson, un líder innato, para muchos el mayor talento de la historia de este deporte, ha hecho ruido durante toda su carrera, durante el final de la misma más fuera que dentro de la pista, pero cuando la cabeza no puede guiar al cuerpo pues suceden esas cosas (problemas con la justicia reiterativos).
Larry Brown, entrenador de Iverson en los Sixers, lo dice: "es el mejor jugador que jamás he visto". El maestro sabe de lo que habla, ya que fue el que logró que Iverson dejara atrás su ego y empezase a ser un líder de verdad. Antes de la llegada de Brown a los 76ers, AI3 se jugaba cada posesión contra los cinco contrarios, pero a veces las ganas no son suficientes, y el baloncesto es un deporte de equipo, y es lo que Larry Brown supo transmitirle a Allen Iverson. En ese momento la mentalidad del jugador cambió y entró en otra dimensión del baloncesto, para él totalmente desconocida.
Desde que Brown abandonó los Sixers, sólo se vivieron pequeños destellos de lo que un día la ciudad de Philadelphia experimentó.
Allen Iverson: "Haz lo imposible por tu equipo, eso es llevar el deporte en la sangre"
Iverson de despidió de la cuidad que le vió nacer como estrella para recalar en la franquicia de Colorado. Vivió junto a Carmelo Anthony una buena época, pero juntar a dos superestrellas con semejante capacidad anotadora es difícil de llevar, ya que cada uno no quiere verse rebajado sus minutos en pista ni sus estadísticas. Aunque Carmelo era el líder del equipo, se dejó influenciar por Iverson y se nutrió de los rasgos de liderazgo, genialidad, carisma y entrega. A priori se tenian muchas dudas acerca del proyecto, y todo se corroboró cuando el equipo no logró nada más allá de ser eliminados en primera ronda de playoffs, como venía siendo costumbre en la franquicia.
El proyecto empezó a rodar y la mejor época que vivió con los Nuggets fue en la temporada 2008/2009, donde alcanzó las finales de conferencia Oeste, siendo derrotados por Los Angeles Lakers, a la postre campeones de la NBA tras vencer a los Orlando Magic de Dwight Howard.
Tras dejar atrás los Nuggets, la carrera de Iverson ha ido dando tumbos por varios equipos NBA (entre ellos Detroit Pistons, Memphis Grizzlies y la vuelta al hogar del hijo pródigo, Philadelphia 76ers) sin lograr nada más allá que engordar sus estadísticas.
En 2010 decidió cruzar el charco para probar una nueva aventura en Europa firmando por el Besiktas turco por dos temporadas. Pero tuvo que volver a Estados Unidos en 2011 debido a una lesión en la pantorrilla.
En 2010 decidió cruzar el charco para probar una nueva aventura en Europa firmando por el Besiktas turco por dos temporadas. Pero tuvo que volver a Estados Unidos en 2011 debido a una lesión en la pantorrilla.
Debido a sus problemas financieros, Iverson intentó regresar a la NBA. Recibió una oferta de los Lakers, pero ello conllevaba coger ritmo de competición en su equipo afiliado a la D-League, Los Angeles D-Fenders, entonces AI3 rechazó la oferta. Los Texas Legendes le hicieron una oferta para jugar en sus filas en 2013, pero él quería acabar su legado en la NBA, no en otras ligas, por lo que volvió a rechazar la oferta.
Esta noche, en el Wells Fargo Center de Philadelphia se llevará a cabo un acto ceremonial en el cuál se retirará el dorsal número 3 de la franquicia en su honor. La mejor forma de consolidar el legado que Iverson ha dejado en la franquicia y en la mejor liga del planeta.
El pequeño que se batía con gigantes, un corazón de piedra, un estilo inigualable, el rey del `crossover´ (marca registrada), una auténtica leyenda que vino a escribir su historia a su manera, no a la que los demás querían. Porque el quería ser recordado como Allen Iverson, y así lo hizo, a la manera de Allen Iverson. El baloncesto te debe una corona, pero para mi has sido, eres y serás siempre el rey de la cancha.
El pequeño que se batía con gigantes, un corazón de piedra, un estilo inigualable, el rey del `crossover´ (marca registrada), una auténtica leyenda que vino a escribir su historia a su manera, no a la que los demás querían. Porque el quería ser recordado como Allen Iverson, y así lo hizo, a la manera de Allen Iverson. El baloncesto te debe una corona, pero para mi has sido, eres y serás siempre el rey de la cancha.
Dicen que el amor no puede medir con palabras, así que solo tengo que decir una cosa más.
Gracias Allen Iverson, de corazón, tu me abriste las puertas a un mundo del que jamás saldré.
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