Siempre se habla del regreso de Derrick Rose, de Rajon
Rondo, de Westbrook y otra cantidad de grandes jugadores que sufrieron graves
lesiones y de los que se espera su vuelta como agua de Mayo. Por el bien del
baloncesto y del propio espectáculo que nos regalan.
Pero el más esperado pienso que es la de Kobe Bryant,
lesionado de gravedad en su tendón de Aquiles debido a un infortunio que sufrió
a finales de la temporada pasada. Un jugador que todos conocen, unos de los
mayores ganadores de la historia del deporte, ambicioso, entregado, fiel y un
sin fin de adjetivos del estilo que lo definirían como lo más parecido a
Michael Jordan en la historia de la NBA.
Es el espíritu ganador que transmite, que contagia a sus
compañeros, que respiran los aficionados de oro y púrpura y que sufren todos y
cada uno de sus rivales. Una persona nacida para liderar, para ganar y para
hacer historia en la mejor liga de baloncesto del planeta. Ese es Kobe Bryant.
Y esa ambición y ganas de superación que tiene es la que
esté haciendo que juegue contra el mismo tiempo, que ni los propios médicos se
creen como se está recuperando de su grave lesión a semejante marchas forzadas.
Quizás es un poco precipitado que vaya a llegar al primer
partido de la temporada, sería forzar mucho, y podría jugarle una mala pasada.
Y eso sería desperdiciar su oportunidad de conseguir su mayor logro, la
obsesión que le corroe, el sexto campeonato.
A sus 35 años pocas oportunidades le pueden quedar para
lograr esa meta, pero también podría decirse que la pasada temporada mostró el
mejor nivel de baloncesto de su carrera. Se echó el equipo a la espalda y tiró
del carro, y de tanto esfuerzo y sacrificio, al final su físico le dijo basta.
Quien juega con fuego se quema, y el modo en el que está
acelerando su recuperación puede ser peligroso, porque muchos casos como estos
hemos visto en el deporte en general. Fuerzan su vuelta, y lo acaban pagando. Piensan
que están ya físicamente preparados pero vuelven a recaer. Porque como nos decían
en el colegio nuestros profesores: “chicos, despacio y con buena letra”. Porque
más vale hacerlo lento y bien, que rápido y mal.
Que vuelva cuando realmente esté listo para ello, Lakers le
necesita, pero Lakers le esperará, porque Kobe Bryant y Lakers son uno solo.
Pero el propio Bryant sabe que los Lakers sin él, no van a ningún
lado. Tampoco hay que irse muy lejos para comprobarlo, estos mismos playoffs, donde
encajaron un contundente 4-0 en primera ronda contra San Antonio Spurs.
Y mi pregunta es la siguiente: ¿a que aspiran ahora Lakers
sin Dwight Howard? El proyecto no funcionó, pero no se puede comparar con Chris
Kaman. El juego interior de Lakers se ha visto afectado, y encima si tenemos en
cuenta el problema de Pau Gasol con sus maltrechas rodillas y el del físico de Steve
Nash con muchos años a sus espaldas, la cosa se complica más todavía.
Han hecho buenas y jóvenes incorporaciones, que era lo que
necesitaba el equipo, pero la clave de este año esta en Mike D´Antoni. Si esta
temporada saca los galones de entrenador que le hizo fichar por Lakers, el
equipo podrá aspirar a algo.
Con eso y con el nivel que muestre Kobe Bryant tras su
vuelta, Los Angeles Lakers quizás logren algo esta temporada.
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